lunes, 24 de septiembre de 2012

“No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! y en esto soy irreductible no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. ¡Si no saben volar pierden el tiempo las que pretendan seducirme! “ 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Sur y Cata.
Mi sur llegó, mi sur está y va a ser transformado por los pasos que avanzarán.
Maestra no se es de un día para el otro.
Maestra es transformación.
Permanente transformación y acción.
Coherencia. No sólo con la palabra.
Sino, entre la palabra y la acción.
Mi sur llegó, mi sur está y va a ser transformado por los pasos que avanzarán.

El guardapolvo no guarda polvos. No guarda nada.
El guardapolvo es un símbolo, una representación.
Lo público tiene que ser más público.
Lo popular tiene que resaltar más.
Y la educación tiene que modificarse aún.




¡De la resistencia a la construcción
De la protesta a la propuesta!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sentirse perdida.
Como si se estuviese en un enorme océano de conocimientos. En donde es fácil perderse.
Sentirse abrumada por tantos números, nombres, contextos, relaciones, información y más información, que sirve mucho y para mucho.
Es el "Yo se que no se nada".
Es el entrar en una habitación y masticar el contenido. Transformarlo en una masa para poder digerirlo bien.
Pero cansa masticar tanto, cansa el paladar, cansa el músculo de la lengua. Y cuando uno termina de tragar, inmediatamente siente ese placer indescriptible de poder decir: entendí.
Pero no hay que preocuparse, porque pocos minutos, segundos después de masticar, deglutir, degustar y digerir el contenido se abren cinco puertas más de la habitación en donde estábamos. Puertas que antes no habíamos notado, no habíamos visto si quiera cerradas. Ahora aparecen y se abren, para mi. Con un tono de burla, como diciendo "acá estamos" y nunca te vamos a dejar encerrada. Y es ese el momento en donde hay que decidir por qué puerta queremos ir. Es ese el momento en donde tenemos que aprender a no atragantarnos, a no intentar meternos todos los contenidos de todas las habitaciones al mismo tiempo. Porque es entonces, cuando nos ahogamos y nos sofocamos.
Nunca va a terminar, o por lo menos, hasta que la vida no termine. Y espero que eso no pase.