Todo despelotado, todo desordenado.
Lápices por aquí, ropa por allá.
El librito esta tirado abajo de la cama, para abrirlo solo con el sueño.
El pedazo de alfajor que me olvide en la mesita de luz.
Y la mirada que perdí hace rato, todavía no me encontró.
¿Donde esta el tiempo? El tiempo que tuve alguna vez, pero que nunca aproveché.
Entonces empecé.
El lápiz azul no funciona, el marrón no me gusta, el naranja, si, el naranja es hermoso, queda.
Este buzo me queda medio chico, este otro va al armario y ese pantalón tiene un agujero.
El libro, el librito va a tener un lugar especial, muy especial.
Chau alfajor, esta podrido, mañana me compro otro, y esta vez, no me olvido de terminarlo.
El tiempo apareció, el tiempo del orden terminó y la mirada perdida salió y me encontró.
Hace 7 años
sin embargo el desorden (en las proporciones adecuadas, claro), siempre es un poquito divertido si se tiene con quien compartirlo.
ResponderEliminarP.D.: gracias sui por devolverlos la literatura ludmilesca