Hoy empieza el día de Juan, pero al mismo tiempo termina el de Juli.

Juan se levanta, prende el noticiero (TV pública, obviusli) mientras desayuna unas tostadas con manteca y un mate, porque café no puede. Se viste, lava sus dientes. Al rato sale y se dirige hacia la parada del 84 para empezar con su sábado rutinario.

Juli camina por Boedo, dobla en Belgrano y llega a su casa. Se cambia, mordisquea un pedazo de torta de chocolate y se va a la cama pensando en historia, matemática y lógica.
Es así como el tiempo es tiempo y pasa, pero para nadie pasa igual. Cada uno tiene su tiempo y lo vive de alguna y siempre diferente manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario