Atrás, despacito viene una viejita intentando apurarse. Llega, -Pase señora- y ella -Gracias, gracias- Yo asiento con la cabeza como diciendo -No hay de que-
Un escalón, dos escalones, 1,20 por favor, 1,25! y yo: -1,10 de tarjeta, por favor- Él me mira y dice -No anda la sube- Y yo con mi gesto de agitada y cansada por correr mas de media cuadra y mi cara de laputaqueloremilparió digo -nooooooooo- pero el hombregenio me dice -No hay problema pasa-
Mi cara cambio rotundamente y me salio un -Ay, mil gracias. Igual voy hasta acá no mas, Belgrano y Loria-
Yo usaba una moneda de $1 que caía siempre, y la acompañaba con un "uhhh que garron. Bueh... me bajo". Y ahi, si era (como bien dijiste) un hombregenio, se apiadaba.
ResponderEliminar